La mujer africana está muy marginada y las misioneras las preparan para que sean autosuficientes. Aprenden corte y confección, bordados, educación social y formación básica, incluso prácticas sanitarias en el dispensario de la misión.
Además y entre oros proyectos, se financió el de la construcción de un pozo en Beleko, a una profundidad de más de 100 metros para obtener agua de buena calidad, abundante y muy cercana, de tal manera que hay agua para todo y bajo el control de la misión. Fue un gran logro por el beneficio que supuso para aquellas personas.
La Asociación procura responder a las necesidades que demandan las misioneras y se han cubierto proyectos en Bamako, Segou y Burkina Faso, en su mayoría orientados al sustento de los niños, educación y sanidad, así como a la concesión de becas, para aquellas mujeres capacitadas para estudios superiores.
Las becas se extendían igualmente a aquellos niños huérfanos acogidos, con capacidad de estudios y que, siendo hombres, alcanzaron premios nacionales por su formación.
Son muchos los frentes llenos de necesidades, pero somos limitados y aún así, se han financiado instalaciones de placas solares, desarrollo de huertos para hortalizas, adquisición e instalación de un molino eléctrico y adecuación del internado para las chicas en la misión.